Arellano, B. (2018), menciona que la elección de la forma correcta de abono debe ser: elegir la forma magnésica más adecuada se han de tener en cuenta las necesidades de cal del suelo:
En los suelos que tiene necesidad de cal, la forma más económica es la aportación de calizas magnésicas.
En suelos que no tiene necesidades de cal se utilizan las sales solubles de magnesio neutras por ejemplo Kieserita u otros abonos de magnesio sin efecto calcificante.
Otros factores que hay que tener en cuenta en la elección son:
La velocidad de acción; el efecto más rápido se consigue con la pulverización foliar, aunque las sales de magnesio solubles también actúan con rapidez cuando se aplican sobre el suelo.
Las posibilidades de combinación con otros nutrientes; por ejemplo, la combinación de potasio y magnesio en forma de sulfato para abonar los cultivos de papa o la combinación de nitrógeno, magnesio y cobre para abonar las praderas.
Los efectos secundarios de los abonos magnésicos tienen poca importancia. Debe en toco caso evitarse que se aplique grandes cantidades de cloruro de magnesio a las plantas que son sensibles al cloro.
Para producir nitrato de magnesio hexahidratado se utiliza oxido de magnesio y ácido nítrico, ya que no cuenta con recirculaciones en el proceso, las operaciones unitarias que intervienen son simples, los servicios auxiliares requeridos son menos comparados con los otros procesos existentes, por lo tanto, se tiene un ahorro en costos. Al final del proceso se obtiene un producto granulado al 99.9%de pureza.